
Únicamente sufrimos cuando creemos un pensamiento que no está de acuerdo con la realidad, es decir con lo que es.
Cuando la mente está equilibrada, lo que es, es decir la realidad y lo que queremos es lo mismo. Querer o desear que la realidad sea diferente de lo que es, es desesperante. Por tanto la aceptación es fundamental para vivir en armonía con la realidad. Y a pesar de ello, si prestas atención, observarás que tienes pensamientos de este tipo varias veces al día.
Es decir, aunque sepamos que la aceptación es buena para nosotros, nuestros pensamientos no lo reflejan así. Estos pensamientos son formas de pretender que la realidad sea diferente de como es la realidad. Todo el estrés y la ansiedad que sentimos se origina en nuestras discusiones con la realidad, es decir, con nuestra falta de aceptación de la realidad. La razón de la falta de aceptación es que muchas personas creen erróneamente que si sencillamente aceptan la realidad, serán conformistas y perderán su capacidad de crítica. Incluso piensan que pueden llegar a perder la motivación por la vida.
La explicación es que confunden aceptación con resignación e incluso con conformismo y con falta de motivación y entusiasmo por la vida. Sabemos que no tiene sentido, y sin embargo, lo hacemos porque no sabemos cómo dejar de hacerlo. Pues bien, nada más lejos de la realidad que ese sea el significado de la autentica aceptación, por esta razón proponemos La Gratitud incondicional. Esta Gratitud Incondicional, revela que lo que piensas que no debería haber sucedido, sí debería haber sucedido y además te sientes profundamente agradecido a que así haya sucedido. Debería haber sucedido porque así fue y ningún pensamiento en el mundo puede cambiarlo. Eso sólo significa que eres capaz de ver las cosas sin resistencia y sin la confusión de tu lucha interior,
sintiendo una gratitud profunda.
¿De verdad ayuda discutir mentalmente con ellas? o es preferible agradecer que hayan sucedido a pesar de resultarme desagradables, pues seguro que me van a aportar una experiencia fundamental en mi vida de aprendizaje y madurez. Podemos saber que la realidad está bien tal como es porque cuando discutimos con ella sentimos tensión y frustración. No nos sentimos naturales ni equilibrados. Cuando dejamos de oponernos a la realidad y la agradecemos plenamente tal como se nos presenta, la acción se convierte en algo sencillo, fluido, amable y seguro. Recibir tus pensamientos con comprensión y agradecimiento. Un pensamiento es inofensivo a menos que nos lo creamos. No son nuestros pensamientos, sino nuestro apego a ellos, lo que origina el sufrimiento. Apegarse a un pensamiento significa creer que es verdad sin cuestionarlo. Una creencia es un pensamiento al que hemos estado apegados a menudo durante años.
La mayoría de la gente cree que son lo que sus pensamientos dicen que son. Los pensamientos sencillamente aparecen. Provienen de la nada y vuelven a la nada, como nubes cruzando un cielo azul. Están de paso, no han venido para quedarse. No son perjudiciales hasta que nos apegamos a ellos como si fueran verdad mediante las creencias. Nadie ha sido capaz, jamás, de controlar su pensamiento, aunque la gente quizá cuente la historia de cómo lo ha conseguido. No hay que pretender ni forzar nuestra mente para que se marchen nuestros pensamientos, solamente tenemos que recibirlos con comprensión y agradecimiento y luego son ellos los que se marchan solos. Los pensamientos son como las olas del mar o las nubes del cielo. Aparecen sin más, y mediante la gratitud plena ,entablas amistad con ellos.
Las nubes o las olas no son personales, como tampoco lo son los pensamientos. Una vez que has recibido una noticia dolorosa con comprensión y agradecimiento, la próxima vez que aparezca , puede incluso que te resulte interesante. Lo que solía ser una pesadilla ahora es sólo algo interesante. Y la siguiente vez, quizá ni siquiera lo adviertas. Este es el poder de la gratitud incondicional.