
Los consumidores tienen infinidad de opciones y de precios para casi todas las categorÃas de compra.
Si pretendemos que elijan nuestra marca en lugar del resto de alternativas más económicas, tendremos que invertir en formación para obtener el máximo partido a nuestros bienes y servicios; y también para aprender a distinguir aquellos atributos que nos hacen únicos, como la innovación, la calidad.
Esto es algo que lleva aplicándose desde hace tiempo en el sector del vino, donde las bodegas han ofrecido catas para enseñar a los asistentes a diferenciar las particularidades que distinguen a un vino excelente del resto. En las que se instruye a grupos de amigos sobre cómo reconocer la autenticidad del producto y la complejidad de determinadas mezclas de sabores.
Todas las marcas, independientemente del sector en el que trabajen, deben apostar por educar a los consumidores. Resulta poco probable que alguien esté dispuesto a pagar un precio extra si desconoce lo que hay detrás de los productos y servicios.
Internet puede ser un canal apropiado ―al permitir difundir vÃdeos, imágenes y artÃculos― para educar al mercado.
No tendrÃa éxito si los usuarios desconociesen la utilidad de sus novedades. Por ello, se realizaban presentaciones de más de una hora de duración en las que se mostraba, de forma sencilla y clara, todo lo que convertÃa a sus productos en necesarios e inigualables.
Resulta, además, muy eficaz incluir beneficios inesperados―que puedan atraer al comprador adecuado― en las acciones de educación.
Educar es, además, una de las pocas soluciones que tienen las empresas para combatir la piraterÃa. Hoy en dÃa nos topamos con falsificaciones que en ocasiones resulta complicado encontrar diferencias con el producto o servicio original. Salvo que seas un apasionado de esas marcas, en ese caso conocerás todo aquello que hace de la imagen auténtica original obra de arte, imposibles de copiar.