
La importancia de la comunicación
Uno de los frutos irremediables de esta sociedad desconfiada, ha sido la pérdida de comunicación sincera y espontánea.
No es una cuestión menor porque es a partir de la palabra, refrendada por el gesto sincero, que nos aproximamos al otro, le reconocemos y somos reconocidos.
En el mundo profesional, las palabras se han convertido en una cuestión de “marketing” (en el mal sentido de la palabra) y, con frecuencia, en un puro ejercicio técnico: Rebatir, superar objeciones, convencer, ganar…
Pero en el fondo todo eso son palabras vacías, mecánicas, concebidas para “ganar al otro” desde nuestra coraza. En el fondo, siempre estamos lejos y mantenemos las distancias.
No puede haber un cambio de actitud, ni reconocimiento, ni motivación sin palabras.
El arma del programa motivacional son las palabras sinceras, no grandes palabras y discursos. Debes recuperar las pequeñas palabras cotidianas, frecuentes, que te acercarán a los demás. Palabras auténticas refrendadas por los gestos y, sobre todo, una actitud sincera.
Multiplica tus éxitos
El único límite está en el otro, en saber donde está la línea que no podemos sobrepasar sin confundirlo o invadir su privacidad.